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Acerca de la experiencia documentada: Alianza del Prosumidor

MESA DE ARTICULACIÓN

Por: MESA DE ARTICULACIÓN

Apenas comenzamos…

Engativá, antiguamente una comunidad rural, hoy en día y debido al crecimiento vertiginoso de la capital colombiana Bogotá es una localidad del distrito capital, metrópoli con más de nueve millones de habitantes. Bogotá se constituye en la plaza con mayor número de consumidores donde el suministro de alimentos se encuentra en manos de intermediarios y de cadenas de supermercados, difícilmente penetrables para pequeños agricultores.

De allí surge un dilema, tan característico para la mayoría de las grandes ciudades: familias consumidoras urbanas desean comprar y consumir alimentos sanos y productos agroecológicos pero no encuentran una oferta adecuada o solo a precios fuera de su alcance económico. La otra
cara de la medalla son pequeños agricultores con producción ecológica a quienes es casi imposible alcanzar en los contextos urbanos a este grupo de consumidores conscientes.

Hace dos años, nueve familias consumidoras de diferentes localidades de la capital tomaron la decisión de romper este cuello de botella y se iniciaron con la distribución y comercialización de productos alimenticios sanos. Desde un principio, el pequeño colectivo, en vez de garantizar una oferta mediante puntos de venta, organiza sus actividades en torno a la demanda, preparando mercados de alimentos ecológicos con entrega a domicilio de los consumidores identificados.

Wilson Morales forma parte de la iniciativa de Agrosolidaria Engativá desde sus inicios. “En la actualidad son 50 familias vinculadas a la red de
consumo, quienes, en su mayoría hacen su pedido de canasta semanalmente. Además de este canal de comercialización vía entrega de mercados, hemos incorporado otro canal de comercialización que es la línea de clientes institucionales (p. ej. comedores escolares, centros hospitalarios, eventos académicos, sociales y empresariales). De esta manera hemos logrado ampliar el universo de nuestros clientes”.

Un sondeo de potenciales consumidores mostró que hay personas que por su dedicación laboral por lo general acuden, en vez de prepararlos en casa a comidas pre-cocidas. Agrosolidaria Engativá ha iniciado una línea de producción de comidas basadas en el procesamiento de alimentos sanos y ecológicos. Una serie de alimentos preparados, entre refrigerios (empanadas al horno, tortas, ponquesitos, galletas, tacos, wraps, crepes y arepas), pasabocas (quiches, tablas de queso, pasteles), comidas sanas (arroces, sopas, ensaladas, pollo, pescado, milanesa de quinua, platos vegetarianos) y bebidas (a base de café, cacao, agua de panela, aguas aromáticas, coladas de quinua y plátano, jugos y batidos naturales con frutas orgánicas) se encuentran en el surtido de la red de consumo.

Consumo responsable

Para lograr un consumo responsable, Agrosolidaria parte de un modelo de organización socioeconómica que integra familias agricultoras y consumidores urbanos, buscando mayores niveles de sostenibilidad social, de justicia relacional y de equilibrio ambiental; es parte de una economía solidaria y del comercio justo campo – ciudad.

Se trata de consolidar mercados agrosolidarios, vinculando a familias urbanas y familias productoras agroecológicas a la red de distribución y consumo. Actualmente son 50 familias consumidoras y 475 familias productoras quienes participan en la red. Las familias productoras  pertenecen a grupos y seccionales productoras de Agrosolidaria, ubicadas en parte en la periferia de la ciudad (como los productores de hortalizas) o en otras regiones del país con pisos climáticos distintos (como los productores de café).

Debido al número aun reducido de consumidores participantes en la red, las familias productoras pueden comercializar solo una parte de su producción por esta vía. Uno de los propósitos de la red es permitir que familias de medianos recursos puedan acceder a alimentos ecológicos. Los precios de estos alimentos en el sistema convencional de comercialización son, con frecuencia doscientos por cientos más caros que los alimentos convencionales, con la consecuencia que solo familias muy pudientes pueden acceder a su compra. Debido a los márgenes de ganancia muy grandes de los intermediarios, el precio que se le paga al productor es, sin embrago muy bajo. La red solidaria busca estimular un consumo responsable y consciente, pagando a los productores precios justos. Es un secreto a voces que las familias agricultoras, vendiendo sus productos a precios muy bajos e injustos, están subvencionando la pobreza en las ciudades. Partiendo de este panorama, Agrosolidaria Engativá pretende por el momento lograr que accedan estratos poblacionales, socio-económicamente equilibrados, pagando precios justos y solidarios a los productores. La visión a largo plazo de Agrosolidaria es lograr el acceso de familias de menores recursos a alimentos ecológicos; pero este reto se acerca en la medida que se logre aumentar la demanda hacia los productores. Por el momento se busca relacionarse con entidades públicas quienes por ley deben realizar por lo menos 10% de sus compras en el ámbito local y sano, si se trata de alimentos, como es el caso del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar – ICBF.

Los retos no terminan

Un primer balance de la red solidaria es promisorio. Con la ampliación del acceso a alimentos ecológicos en Bogotá y el aumento de la demanda a los productores, pagando precios justos, se posibilita la producción orgánica. Agrosolidaria es reconocido como uno de los canales de distribución solidaria agroecológico más importante de la ciudad.

Posicionamiento de la marca de alimentos Agrosolidaria
Procesamiento de refrigerios y alimentos
Dos mil personas han llegado a nuestro alimento
Aumento de la demanda a los productores
Búsqueda de registro sanitario y buenas prácticas de manufactura
Cero residuos plásticos en nuestro proceso (Exposición institucional de Agrosolidaria Seccional Engativá – Bogotá)

Luces y sombras

Hay una lista de retos existentes: aun no se alcanza la auto-sostenibilidad en términos financieros, pero con la decisión de incursionar en el mercado de clientes institucionales y producción de comidas hay avances en este sentido. Existen deficiencias en infraestructura y movilidad y las condiciones salariales son desfavorables. Agrosolidaria Engativá, con cara a la situación actual (se alcanza un impacto relativamente bajo en el mercadeo, la conciencia de muchos consumidores es baja y la organización de los productores demanda apoyo) ha trabajado una visión audaz de futuro, convencida de poder romper los cuellos de botella.

Proyección y proyectos a corto y mediano plazo

En 10 años llegar a más de doscientos mil familias en grupos de consumo. Fortalecer la producción agroecológica a partir de la demanda efectiva. Mejorar los niveles de soberanía y seguridad alimentaria en Bogotá. Integrar una red solidaria fuerte conformada por consumidores – comercializadores – productores. Absorber el cien por ciento de la producción de las seccionales cercanas de Agrosolidaria, dedicadas a la producción de productos alimentarios agroecológicos. (Exposición institucional de Agrosolidaria Seccional Engativá – Bogotá)

El proceso del mercadeo es pedagógico ya que el consumidor convencional está acostumbrado a la unilateralidad relacional donde “el cliente es rey”. Agrosolidaria pretende superar esta relación unilateral hacia el cliente, generando la reciprocidad consumidor – productor. Se busca la responsabilidad del consumidor, priorizando la producción y el consumo de alimentos sanos, la distribución con cero producción de basura y con la mínima huella ecológica posible en el transporte. Se está en preparativos para lanzar una tienda virtual, para facilitar los pedidos y para lograr una mejor sincronización entre demanda y producción.

Lectura de Don Rodrigo, productor agroecológico de fresas en Usme – Bogotá

“Produzco fresas, cebolla, acelga y otras hortalizas, es una
producción limpia que me permite un ingreso constante. Antes de vender por la red Agrosolidaria vendí vía una asociación pero demoraban los
pagos para los productos.

Actualmente vendo la mayor parte con Agrosolidaria pero sigo atendiendo a mis clientes particulares fijos. La situación para nosotros como productores orgánicos es complicada. La dificultad es que falta más mercado y por esta razón es que no producimos. Con mercado seguro podríamos procesar la leche, sacando yogurt y queso. El problema de producir a escala, que es más rentable, se basa en que actualmente no hay suficiente mercado”.

Don Rodrigo como muchas otras familias productoras agroecológicas, asociadas a Agrosolidaria, están a la espera de que la red de consumo logre abrir más mercado para hortalizas en Bogotá.

Ampliación de oferta

Al principio, Agrosolidaria ofrecía 8 productos ecológicos, entre panela, café, quinua, lechugas, hongos comestibles y miel. En la actualidad hay más de 40 productos, entre ellos muchos procedentes de la horticultura orgánica. Por principio, Agrosolidaria no juega con el precio ante el productor. Lo que se busca es alcanzar una mayor escala de volúmenes de distribución para, de esta forma lograr bajar los precios para el consumidor.

 

Lectura de Richard Doughman, consumidor consciente de la red en Bogotá

“Conocí a Agrosolidaria a través de una organización amiga. Es un reto lograr la distribución de alimentos sanos en estratos socio-económicos más vulnerables. Las comidas baratas, al final resultan caras ya que afectan severamente la salud. Es lamentable pero la política pública no tiene interés en el pequeño productor, más bien subvenciona el monopolio de distribuidores (supermercados). Pero como docente universitario noto entre los jóvenes un proceso de toma de conciencia en torno a la comida sana. Es necesario ofrecer los productos ecológicos pero hay que trabajar mucho más en la información para despertar el interés para un consumo consciente, solidario y sano”.

Mensajes al futuro

Consumidores cambian las reglas del mercado, aliándose con pequeños productores para tener acceso a alimentos sanos y establecer sistemas de distribución justos y amigables. Las relaciones económicas para la producción de alimentos no pueden seguir en la base de monopolios (intermediación y distribución). La reconstrucción de la reciprocidad entre consumidor y productor es un paso clave para la seguridad y soberanía alimentaria. La masificación del consumo sano y responsable, basada en la economía solidaria y comercio justo, permite que familias de menores recursos accedan a alimentos sanos.

Fuente: Mensajes al Futuro

El texto fue elaborado, basado en conversaciones in situ por Jorge Krekeler, asesor de Misereor y consensuado con las personas visitadas. Se agradece, en representación a Nilson Morales de Agrosolidaria Engativá.

Datos de contacto: engativabogota@agrosolidaria.org / www.agrosolidaria.org

El consumo responsable de alimentos sanos, producidos por familias agricultoras agroecológicas a través de una red solidaria entre  consumidores y productores se constituye en una alianza de prosumidores, productores del campo y consumidores de la ciudad.