Mesade articulación

En busca de una nueva concepción de desarrollo

MESA DE ARTICULACIÓN

Por: MESA DE ARTICULACIÓN

Ahora, más que nunca, es el momento de pensar en un concepto de desarrollo centrado en las necesidades humanas, para asegurarse de la reproducción de la naturaleza, evitar el despilfarro y no agotar los productos que necesitamos para vivir. Un desarrollo para la vida y no para la maximización del beneficio.

Por Ivo Lesbaupin, director ejecutivo de ABONG.

“En mi opinión, en esta nueva etapa, la crisis se va a desarrollar de tal manera que las primeras y realmente brutales manifestaciones de la crisis climática mundial se van a combinar con la crisis del capital en cuanto tal. Estamos adentrando en una fase en la que realmente pone una crisis de la humanidad, dentro de relaciones complejas en las que también incluyen la guerra, pero lo más importante es que (…) estamos ante un nuevo tipo de crisis, con una combinación de la crisis económica, que comenzó con una situación en la que la naturaleza, tratada sin la más mínima contemplación y atacada por el hombre en el marco del capitalismo, reacciona ahora tan brutal. Esta es una cosa casi excluida de nuestros debates, pero que se va a imponer como un hecho central” (François Chesnais, artículo sobre la crisis de 2008:El capitalismo intentó romper sus limitaciones históricas y ha creado un nuevo 1929 o peor”, p. 2 –  www.cartamaior.com.br – 09/10/2008).

Hoy, la humanidad se encuentra en la dirección de la no sostenibilidad y camina rápido para hacer que la Tierra se vuelva inhabitable: están deforestando a una velocidad increíble, nuestra agua dulce está siendo utilizada en una cantidad muy por encima de su capacidad de reserva (véase la reciente crisis del agua en Sao Paulo) y se está contaminando por la falta de saneamiento, herbicidas y plaguicidas, por la minería. Por otro lado, el calentamiento global *está derritiendo las fuentes de agua dulce como los glaciares y los casquetes polares, lo que hará muy difícil la vida en muchos lugares del mundo.

Nuestros alimentos son cada vez más envenenados por plaguicidas – *Brasil es, desde 2008, el mayor consumidor mundial de estas sustancias, por delante de los Estados Unidos. Nosotros los comemos en pequeña cantidad, pero día a día, año a año, continuamente, estos venenos producen enfermedades.

La principal fuente de energía utilizada por los seres humanos hace más de doscientos años son los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas). Son los causantes del calentamiento global, altamente contaminantes y perjudiciales para la salud humana. En la medida en que el coche se ha convertido en el principal criterio de desarrollo económico, las ciudades empezaran a ser construidas sobre la base de este vehículo individual.

Nuestro sistema económico, para generar dinero, debe estar constantemente a producir y vender: nuestras sociedades se transformaron en “sociedad de consumo”, porque es necesario que las personas consuman sin cesar. Los productos no son hechos para durar, pero para hacerse obsoletos (“obsolescencia programada”), de modo que se tenga de comprar un producto nuevo. Todo eso exige un permanente consumo de recursos naturales, además de generar una enorme cantidad de basura, descartada en un volumen superior a la capacidad que el medio ambiente tiene para absorberla.

Como resultado de ello, los recursos naturales del planeta están desapareciendo. Algunos de estos bienes no son renovables y, en algún momento, dejarán de existir, debido a un exceso de consumo. Otros son renovables, pero debido à la velocidad con la que se están utilizando y la no sostenibilidad de su uso, no hay tiempo de regeneración.

El capitalismo es suicida porque no puede mantenerse sin destruir las condiciones que la humanidad necesita para sobrevivir: el clima equilibrado, bienes naturales disponibles a largo plazo y la seguridad alimentar. El desintegra las sociedades, ya que tiende a producir grandes desigualdades.

Ahora, más que nunca, es el momento de pensar en un concepto de desarrollo centrado en las necesidades humanas, para asegurarse de la reproducción de la naturaleza, evitar el despilfarro y no agotar los productos que necesitamos para vivir. Un desarrollo para la vida y no para la maximización del beneficio.

El desarrollo no es sinónimo de crecimiento económico, como dice la teoría económica dominante, difundida por los medios de comunicación convencionales, no es sinónimo de “productivismo-consumismo”. El desarrollo es aumentar el potencial existente en los individuos y en la sociedad para que tengan vida, y para que vivan bien.

“En esencia, los desafíos conceptuales que inician un paradigma tan distinto de los que prevalecen hoy son los siguientes:

El primer es lo de redefinir el desarrollo como un proceso de evolución consciente del potencial inherente a cada uno y a todos los seres humanos, el individuo, la familia, la comunidad, la nación, así como la totalidad de la especie humana. Desarrollo humano integral, y no sólo desarrollo material. Convertir el desarrollo económico en un medio – y no más tenerlo como un objetivo – de servir al desarrollo humano y social, para que resulte verdaderamente posible y sostenible. Distinguir el desarrollo del crecimiento, rechazando la onda productivista y consumista y “tomar el poder” para definir nuestras propias necesidades y deseos. Limitar deliberadamente la demanda y el consumo de bienes materiales. Restablecer una relación armoniosa y amorosa con los bosques, los mares y los ríos, el suelo, la atmósfera, la madre tierra, porque es de ella que sacamos nuestro sustento, nutrición y vida” (Arruda, 2006: 216).

Esta es también la preocupación del economista Joan Martínez Allier (1998)[1]. Según este autor, cuyo punto de partida es el pensamiento de Georgescu Roegen –, la economía ecológica “es una economía que utiliza recursos renovables (…) con un ritmo que no exceda su tasa de renovación, y que utiliza los recursos agotables (…) con un ritmo que no sea superior al de su sustitución por recursos renovables (…). (1998: 268).

Otro autor, Lester Brown, publicó en 2001 la obra Eco-economía: para una economía a la medida de la tierra, y, en 2009, lanzó Plan B 4.0Ecología para un mundo en peligro[2]. Obras en las que él propone otro tipo de economía: desde el cambio de la matriz energética hasta el tipo de industria que deberíamos tener, de agricultura, transporte, etcétera.

Cómo superar el modelo productivista y consumista

¿Qué es necesario para obtener estos productos? ¿Cómo conseguir lo que necesitamos sin destruir las condiciones que nos permitan vivir en la Tierra, sin terminar con el agua, los peces, los animales, las tierras de cultivo, los bosques, la diversidad cultural, social y biológica? ¿Cómo organizar la sociedad de tal manera que haya trabajo para todos?

Cambiar la matriz energética

Según muchos autores, la primera cosa que tenemos que cambiar es la matriz de energía: sustituir la energía basada en combustibles fósiles y fuentes de energía nuclear para la energía renovable. Uno de ellos, Jeremy Rifkin, dice que este es el primer pilar de la tercera revolución industrial.

Tenemos estudios que demuestran la viabilidad técnica de obtener toda la energía que necesitamos con energía eólica, solar (fotovoltaica y térmica), del océano, la geotérmica y la hidroeléctrica[3].

Las energías renovables tienen una gran ventaja en relación con los sectores de la energía basada en combustibles fósiles: los combustibles fósiles sólo existen en grandes cantidades en algunos países, mientras que el sol, el viento y la capacidad subterránea de generar energía, prácticamente todos los países tienen, en cierto modo. Y la mayor ventaja es que estas son inagotables.

Para Jeremy Rifkin, tenemos que pasar de la energía eléctrica producida de forma centralizada, para la energía basada en la explotación de fuentes locales con  *base en la producción descentralizada. Rifkin muestra que los edificios residenciales, comerciales y públicos pueden convertirse en micro usinas generadoras de energía a partir de fuentes de energía renovables (solar, eólica y hasta geotérmica).

Se puede producir equipos generadores de energía* en pequeña escala, residencial – para garantizar el suministro de las necesidades familiares. Energía Fotovoltaica para los electrodomésticos, energía solar para horno/cocina, depósitos para recoger el agua de la lluvia para uso secundario, etc. Cada edificio puede tener su propio “generador” de energía para la iluminación y aire acondicionado, su propio sistema de captación del agua.

La tecnología de la internet se puede utilizar para transformar la red eléctrica de todo un continente en una red de distribución de energía que actúa como la internet. Cuando millones de edificios están generando una pequeña cantidad de energía en su sitio, ellos pueden transferir el excedente a una red y compartir la energía con sus vecinos continentales

“Además de solucionar un problema de suministro de energía, estas redes dan lugar a una nueva forma de poder, no más jerárquico, pero de distribución, de colaboración en red. No se trata sólo de una cuestión de sustituir la centralización de los combustibles fósiles, la energía nuclear y de las grandes centrales hidroeléctricas por gigantescas unidades solar o eólica. Lo más importante es*  promover la oferta descentralizada y compartida de energía ” (Ricardo Abramovay, “O poder é partilhado na revolução do século XXI”. Jornal Valor, 24/01/2012).

Un estudio de la Academia Americana de las Ciencias indica que el potencial de producción eólica de la Tierra representa 40 veces las necesidades actuales de electricidad. En China, podría suministrar 16 veces las necesidades del país[4].

En este país, paneles solares térmicos instalados en los techos de las casas ofrecen agua caliente a 120 millones de hogares (datos de 2009). Alrededor de 5.000 empresas chinas fabrican estos dispositivos: es una tecnología simple y barata[5] y muy extendida en los lugares donde no hay electricidad. La ventaja de la energía solar es que no requiere una red para que funcione: cada residencia independiente puede tener su fuente de energía, que se encuentra en una sola región. En Alemania, 2 millones de habitantes viven en casas donde el agua caliente y la electricidad son proporcionados por paneles solares térmicos.

El potencial medido por el Atlas Eólico Brasileiro es que la energía eólica puede multiplicar por diez la energía generada por Itaipú (apud Greenpeace, 2010). Según el Atlas Solarimétrico de Brasil: si 0,3 % del Sahara fuera una planta solar concentrada, generaría suficiente energía para el conjunto de Europa. Y, en Brasil, si sólo el 5% de la energía proveniente del sol se incautaron, toda la demanda nacional de electricidad podría ser contestada (ídem). Brasil aún puede ser uno de los primeros en el ámbito de la investigación y la tecnología de la energía solar. Sólo necesita que cualquier gobierno tenga voluntad política de invertir recursos en este campo.

Para el sector agrario-agrícola

Para el sector agrario-agrícola, los movimientos sociales rurales y el campo académico tienen propuestas muy coherentes. Ellos defienden la política de “cero deforestación”. Proponen un modelo de agricultura radicalmente diferente del modelo dominante, se oponen a la dominación de las empresas multinacionales, empresas del sector agroindustrial, la dependencia de los fertilizantes y pesticidas, de los transgénicos. Exigen la reforma agraria, para que todos los trabajadores tengan tierras y condiciones para la siembra; y, además, proponen un modelo apoyado en agroecología, en diversificar la producción (en contraposición al monocultivo), en las explotaciones familiares, produciendo principalmente para el abastecimiento de la población[6].

Esta no es únicamente una propuesta teórica, ella ya se practica en diversos lugares del país. Y han tenido excelentes resultados, tanto en términos de producción, así como en términos de una alimentación sana y suficiente para la población. La razón por la cual no lo hace es la prioridad dada por los gobiernos a la agroindustria, la exportación de productos básicos y la falta de atención a este tipo de agricultura. Si tenemos en cuenta que el 70% de los alimentos que consumimos en Brasil se producen de la agricultura familiar, es evidente que el país ha importado más alimentos de los cuales, hace menos de 20 años, éramos autosuficientes (frijoles, arroz, para citar sólo dos ejemplos).

El ejemplo del semiárido

La ASA (Articulação do Semi-Árido) tiene propuestas de cómo vivir y producir en la región. Las propuestas están sintetizadas en la expresión “coexistencia con el semiárido” (cf. Malvezzi, 2007). Y no son sólo ideas, sino que se están llevando a cabo en buena parte de la región, con resultados positivos para la población. Hay innumerables tecnologías sociales que le permiten tener agua durante todo el año, incluso con escasas precipitaciones. El “Atlas do Nordeste”, preparado por la ANA (Agencia Nacional de Aguas) se apoya en muchas de estas propuestas, y ofrece las condiciones que les permitan satisfacer los 34 millones de nordestinos, tres veces mayor que la prometida por el proyecto gubernamental de la transposición del Río São Francisco – y por la mitad del valor de la transposición.

Repensar la ciudad

Hay que repensar la ciudad: la ciudad para el bienestar de la gente (y no para los coches) [7]. Pensar en la construcción de viviendas para que los materiales que se utilizan sean los ahorradores y generadores de energía. Instalar los sistemas de los edificios para recoger el agua de la lluvia. Para Lester Brown, es necesario repensar el transporte urbano, mediante la inversión en un sistema de transporte mixto, diversificado, transporte público, recae principalmente en los rieles (tren, metro, tranvías) –, y también en las líneas de autobuses de las rutas preferenciales, carriles de bicicletas y calles para los peatones. Fomentar el uso de la bicicleta, creando instalaciones y ofreciendo condiciones de seguridad –, como ya existe en algunos países.

Iluminación

Según Lester Brown, sustituir las lámparas incandescentes por lámparas fluorescentes compactas o lámparas LED (light-emitting diode) es una de las maneras más rápidas para reducir las emisiones de dióxido de carbono, y hacer economía al mismo tiempo. Esto puede reducir en más de la mitad el consumo de electricidad para la iluminación, además del hecho de que estas lámparas duran mucho más tiempo (el LED dura, en promedio, 25 años). Sería posible, por ejemplo, cerrar 705 de las cerca de 2.800 centrales eléctricas de carbón en actividad en el mundo. En algunas ciudades del mundo, las autoridades públicas están sustituyendo los faros y señales de tráfico por lámparas LED, logrando así una buena economía

La fabricación de mercancías: durabilidad/reparacionabilidad/recuperación

En este nuevo diseño, es necesario repensar la propia fabricación de mercancías y el desmonte. La construcción de los edificios debe ser de tal manera y con materiales que nos permitan, en el futuro, cuando se vayan a deshacer, que los materiales puedan ser reutilizados y reciclados. Los aparatos deben ser elaborados de tal manera que se puedan desmontar todas las piezas y volver a utilizarlas. Deben ser realizados de tal manera que se pueden reparar en lugar de tirarlos, ser capaz de sustituir sólo una parte cuando esta parte falla. Ellos deben ser hechos para durar y no para ser reemplazados en un corto periodo de tiempo. Hay productos que podrían tener garantía por diez, veinte o más años, en lugar de uno o dos años.

Para la producción de cualquier producto nuevo, Lester Brown es favorable al uso del reciclado. El demuestra que, en los EE.UU, la tasa de reciclaje del acero contenido en electrodomésticos es del 90 %.

Nuevas Profesiones

Nuevas industrias y servicios surgirán con esta reorientación de la economía: la producción de aerogeneradores, placas solares, piscicultura, mantenimiento de bicicletas, producción de trenes, metros, tranvías, autobuses, la reforestación, arquitectos ambientales – para diseñar edificios de bajo consumo de energía, etc. –, toda el campo de producción reciclable – del papel reciclado al acero, el vidrio, etc. (cf. Brown, 2011).

Reorientar los subsidios públicos

Uno de los argumentos utilizados contra el uso de energía eólica o la energía solar es que su costo es muy caro. Ahora, para el uso del petróleo, la inversión anual es de 1 billón y 700 mil millones de dólares. El futuro del planeta depende de la redirección de los subsidios de los combustibles fósiles y energía nuclear para las fuentes renovables (Rifkin, 2012).

Entre 2002 y 2008, los subsidios federales en los Estados Unidos para la industria de los combustibles fósiles alcanzaron *más de 72 mil millones de dólares; para las energías renovables fueron inferiores a los 27 mil millones* (ídem).

Con el tiempo, el coste de la generación de electricidad de fuentes alternativas será el mismo o menor que el costo de generar energía convencional de combustibles fósiles y fuentes de energía nuclear.

Es democratizar la producción y distribución de energía, creando millones de hogares y pequeños sitios agrícolas (cerca de las ciudades o aislado), edificios, empresas, autosuficiente en materia de energía.

Autosuficiencia y colaboración: la naturaleza distribuida de la energía renovable debe basarse en la colaboración, participación en red -, en lugar de confiar en los mecanismos de comando y control jerárquico (ídem).

Fin de la publicidad de los productos

El principal factor que hace que las personas consuman más y más es la publicidad. No necesitamos publicidad para convencernos de comprar un producto nuevo, a menudo superfluo. Para encontrar lo que necesitamos, sólo la información sobre su finalidad y las sustancias que contienen. Los ciudadanos, con esta información, van a ser capaces de decidir por sí mismos los productos que quieran. Para no consumir cada vez más productos innecesarios, tenemos que controlar la publicidad. En Brasil, logramos la prohibición de la publicidad del tabaco, la prohibición de la publicidad destinada a los niños. Necesitamos avanzar en la prohibición de la publicidad de los medicamentos – por una cuestión de salud pública – y de las bebidas alcohólicas. Y poco a poco ir avanzando.

Conclusión

Tenemos que superar el actual modelo de desarrollo depredador, destructor de las condiciones de vida de la humanidad. Para ello, necesitamos construir un nuevo concepto de desarrollo que permita a la gente vivir bien, en armonía con la naturaleza y en colaboración con los otros seres humanos.

——

[1] Blumenau, Ed. da FURB.

[2] Earth Policy Institute, W. W. Norton & Company. Lester Brown ha fundado en 1974 el Worldwatch Institute. Empezó a publicar el informe anual sobre “El Estado del Mundo”. En 2001, fundó el  Earth Policy Institute (www.earth-policy.org).

[3] Cf. [R]evolução energética – a serviço de um desenvolvimento limpo. Greenpeace Brasil, www.greenpeace.org.br , dec. 2010 y The energy report – 100% renewable energy by 2050. www.wwf.org , oct. 2010. Fuente hídrica: pequeños equipos para producir energía eléctrica de los arroyos, no son usinas hidroeléctricas que destruyen populaciones y el medio ambiente. En *Brasil, no tenemos necesidad de una nueva planta hidroeléctrica a fin de garantizar electricidad para las personas, no es necesario expulsar a los pueblos indígenas y ribereños de su hábitat, no necesitamos más acabar con las bellezas naturales.

[4] Lester Brown, 2009. Las siguientes informaciones provienen de este libro.

[5] En 2009, el precio fue de 150 euros, más o menos 500 reales.

[6] “Plataforma de la Via Campesina para la agricultura” ( www.mst.org.br – 26/05/2010).

[7] “O Brasil escolheu o carro”: os incentivos fiscais para a indústria automobilística e o subsídio para gasolina somaram R$ 19,3 bilhões, “quase o dobro do montante destinado a melhorar o transporte público nas cidades: R$ 10,2 bilhões em 2013″ (O Globo, de 02/11/2014).